BODAS DE ORO DE SIMÓN Y AGUSTINA (2011)


Creo haber dicho alguna vez que, somos las más pequeñas de un número considerable de hemano/as, y hasta ahora ninguno de ellos había celebrado las bodas de oro. 
La mayor de las hermanas junto a su marido  ha llegado a este momento, con bastantes  años encima y, buena salud que, es importante para poder disfrutar  lo que quede de vida después de mucho trabajo a las espaldas.
Reunirnos a todos no ha sido fácil, los años no pasan sin hacer mella y, a más de uno la salud le jugó una mala pasada, pero estuvieron en nuestro pensamiento como si estuvieran al lado.
Hace cincuenta años se casaron en una iglesia de la capital Salmantina.  Modas extrañas cuando en el pueblo que viven hay una iglesia tan espectacular como esta.
Iglesia de Topas
Topas al igual que muchos pueblos de la Armuña Salmantina tiene esta iglesia tan bonita. el retablo del cristo ha sido restaurado recientemente, el resto están a la espera de recibir medios económicos para su restauración.   
 Tiempos de blanco y negro... y tan negros!!

Guapos estaban hace cincuenta años y guapos están ahora. 
Puede que llame la atención el traje de la novia... los tiempos eran distintos, entonces no solo se casaban con traje negro para aprovecharlo más adelante, como he leído en alguna parte, también era porque las clases sociales hacían distinciones y, no se veía bien que las hijas de un obrero se casaran de blanco. Afortunadamente las cosas han cambiado y hoy es difícil saber por el pelaje quien es quien. Todo esto es anecdótico pero cierto. 
La cuestión es que tanto entonces, como ahora, lo pasamos  genial.

No solo los hermanos de ambos los acompañamos en este día, los hijos y nietos fueron cómplices y parte del festejo de  principio a fin. 
Sin duda la parte mas importante de toda pareja que como esta, el proyecto común más importante de sus vidas han sido sus hijas y ahora sus nietos. Que por cierto éstos se lo pasaron en grande. Son nuestros niños del verano.
Ellos tuvieron palabras emocionantes y cariñosas  para sus abuelos.
Se celebró una misa castellana, cantada por un grupo folclórico de Salamanca.
A medio día nos dieron una comida espectacular en el Hotel Recoletos de Salamanca, y allí continuamos la fiesta hasta que no pudimos más. Después regresamos al pueblo para seguir hasta altas horas de la noche.
¡¡Ya que nos poníamos que fuera por algo!!
Mari Calzada

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