Vaya por delante que este trabajo no es idea mía. Surge de una amiga que se pasea por aquí con el nombre de Invisible, ella ya reciclaba vaqueros cuando los blogs no existían y por su casa puedes ver cosas parecidas a esta o, cojines, el forro de una silla... en fin, montones de cosas pueden surgir de una cabeza como la suya, que no para de pensar y, unas manos que no se están quietas y no podía ser menos que las labores formen parte de sus habilidades desde que tenía uso de razón.
Tiempo hacía que andaba detrás de este proyecto pero, es ahora cuando me encaja perfectamente.
Desde principios de año estoy acomodando mi cuarto de costura en otra habitación de la casa, mis ojos necesitan luz de día y donde estaba antes trabajaba todo el tiempo con luz artificial, aunque la habitación es grande no lo es tanto como el anterior y el orden de las cosas debe ser otro.
Así de esta forma estos bolsillos vaqueros me vienen geniales en el lateral de la mesa de trabajo, esto me deja libre un cajón, tan necesario para otras cosas.
Me queda mucho por colocar y adaptar al nuevo espacio pero, como no puedo vivir sin coser al menos un poquito cada día, amen de otras obligaciones, voy colocando poco a poco. Cuando lo tenga listo ya lo mostraré, de momento estoy encantada, tengo dos ventanas y una puerta que da a una terraza que me dan luz a raudales, y mis ojos lo agradecen, que por cierto, para las que os habéis interesado, los tengo muchísimo mejor aunque sigo con tratamiento.