Han empezado las vacaciones, aunque no sean tales, para nosotras. Pero lo que si ha empezado en Mallorca es el calor sofocante y húmedo. En estas condiciones aquí es imposible seguir con las labores a un ritmo normal. Durante estos meses tenemos la costumbre de aparcar los proyectos que están en marcha para disfrutar del verano (en la medida que se puede) de la familia, la playa, y retomar los libros que se van quedando en el rincón de la estantería como no leídos por culpa de las labores. Pero no creáis, cuando se tiene una afición es difícil aparcarla del todo.

Durante este tiempo las hermanas tenemos la costumbre de reunirnos de vez en cuando (que son más las veces) en casa de Viges que esta al lado de una playa estupenda, y por la tarde, si el día nos regala brisita, sacamos los aperos de costura, a la terraza y a la sombra que nos da la casa, probamos nuevas cosas, hablamos de lo hecho y lo que podíamos hacer y demás, y se nos pasa la tarde sin darnos cuenta. Hay momentos que esta escena me recuerda otras vividas cuando era pequeña, y mis hermanas mayores bordaban a la abrigada de la casa. Claro que entonces, era en Castilla, en verano a la sombra, en primavera buscando el solecito. Hay momentos que son impagables y uno de ellos es el relax que nos da este paron, para disfrutar con tranquilidad de todos los nuestros que quieran estar, y los ¡niños! que son los que nos regalan los mejores momentos.
Ésta es nuestra playa
Así pues, buen verano a todas/os. Cuando el tiempo me lo permita seguiré paseando por estos museos virtuales, porque ya se ha convertido para mí en una afición estimulante y necesaria de ver cosas tan interesantes y bonitas y saber que hay tanta gente que entretiene su tiempo en crear cosas tan maravillosas.
Saludos.
P.D. Si alguna de estas tardes es productiva, igual coloco alguna entrada.
¡FELIZ VERANO!