Pero no estamos panza arriba todo el tiempo…
Repartimos el tiempo entre los quehaceres de la casa, leer, estudiar o repasar libros de labores, probar o diseñar alguna cosita, y disfrutar de la familia, sobre todo de la que viene en verano , que es la única ocasión en todo el año que la podemos ver.
¡Nada! ¡Nada! contestó la niña, vosotras lo que tenéis que hacer es, no tomar café con bollos, todas las tardes.
¡Pues sí mi niña! Ahora cuando venga tu madre, que le gusta tanto como a nosotras haremos el doble. Total la figura de los veinte años no la volveremos a tener, y medir uno cincuenta y pesar cincuenta y dos kilos, no es mucho ¿no?.
Claro que ella tiene diez años mide uno cincuenta tres, y pesa treinta y cinco.
Cuando tenga dieciocho años la tendremos que atar!
Claro que ella tiene diez años mide uno cincuenta tres, y pesa treinta y cinco.
Cuando tenga dieciocho años la tendremos que atar!
Chocolate con nueces, uno de los excesos del verano.
Mari Calzada